El nombre Yaiza es de origen Guanche y significa arco iris. El arco iris era el símbolo del diluvio, el incendio del mundo y el renacer de una nueva tierra.

En 1730, seis años de erupciones asolaron Lanzarote. Tras el desastre, los agricultores cubrieron la superficie de cultivo con lapilli para preservar la humedad y proteger a las plantas de unas condiciones extremas.

Así la isla renace de sus cenizas cultivando la malvasía volcánica, una variedad exclusiva de Lanzarote. Viento, fuego y agua crearon unas condiciones insólitas para elaborar unos vinos únicos en el mundo.

En cada proyecto de diseño de marcas y packaging para bodegas, tratamos de encontrar una idea central que de soporte a la creatividad y con la cual conseguir un resultado notorio, original y sorprendente.

Con el diseño del vino Yaiza de Lanzarote hemos querido reflejar los atributos de la isla: el degradado de la botella sugiere la unión entre el fuego y la tierra. El logotipo expresa el crisol de contrastes, con su rayo de luz. Pero por encima de todo, buscábamos expresar el carácter único de Lanzarote, con una imagen especial.